
Un día, de puro aburrimiento te pones a buscar entre tus papeles, no sabes que, pero lo buscas incesantemente. Vas mirando entre facturas, nominas, recibos, tikets, billetes... de pronto aparecen viejas cartas, de viejos amores, unos te arropan y te devuelven la sonrisa, otros te machacan, y como un loco ríes y lloras en cuestión de segundos. Te asaltan viejos recuerdos que creías enterrados en un estrato profundo de tu devenir vital, que forman parte de la parte de ti que no te pertenece. Buscas las fotos, las miras amargamente y cortas por lo sano con la nostalgia para no ponerte triste; pero ya es tarde.
Ha comenzado, no se detiene, un sentimiento difícilmente reconocible se va nutriendo de tus recuerdos mas auténticos, saturándote, descolocándote; el mundo se aleja y da lo mismo lo que hagas, una amargura te acompaña todo el día. Miras a través de las cosas, no eres capaz de prestar atención, ni a tu entorno ni a ti mismo. A lo mejor viajas en el tiempo, a saber...
Siente la derrota, amigo mio, date cuenta de que eres pequeño, pero también piensa, que lo vivido, lo bueno y lo malo, no lo paga el dinero. Que cada segundo de tu existencia has sido tu, que has acompañado el dolor y los golpes con tu sonrisa. Que has amado, te han amado, has traicionado como traicionado has sido tu. Es la vida, una sucesión del ahora, tú. Y es hermoso.
10 junio 2009

No hay comentarios:
Publicar un comentario