martes, 20 de marzo de 2012

Libertad y Statu Quo.

El mundo va bien, cuando entiendes por mundo aquello que esta dentro de tu percepción del mismo. Es decir, que el estado del mundo depende directamente de tu subjetividad y esta a su vez de los condicionantes del entorno; de este modo se puede cambiar el estado del mundo cambiando tu modo de verlo, a esto podemos llamarlo alienación o como nos salga del nabo mismo, son solo palabras. El caso es que la sociedad no funciona, el medio ambiente esta dejando de existir en favor de un planeta desnaturalizado e industrializado y tu no te das cuenta, ya lo decía esa palabra de "neolengua", el "doblepensar". Y es que se nos come la mierda, pero nos decimos, por que es lo que mas nos conviene, que todo va bien, que nuestro grado de bienestar es el mas alto de la historia.

Hoy medimos el bienestar por lo material, mayormente, pasando por alto el hecho de que el consumismo nos ha hecho valorar cosas inútiles o prescindibles, ¿quien le hubiese dicho a un súbdito del siglo XII que su felicidad dependería de un I-pod? Y así todo, todo son productos de consumo, hasta las personas; todos bajo los mismos patrones. Las cosas se vuelven absurdas, el mercado tiende a la uniformidad de ofertas, ya que de forma inevitable el comportamiento de las personas se vuelve el de un rebaño, condicionado por una necesidad inducida de aceptación dentro de un colectivo direccionado a la marabunta humana. Nos compramos y vendemos, perdemos nuestras señas individuales, nos auto clonamos, acogiéndonos a nuestro modo predeterminado de actuar "libremente", como un personaje de videojuego al q podemos cambiar el casco y el escudo, pero que siempre hace lo mismo.

Hoy día, se considera rara a toda aquella persona que se desarrolla al margen de los parámetros industriales de individuos formados para el consumo, de este modo se margina aquello que no es beneficioso para la economía y establece el capital un paralelismo claro con la selección natural sustituyendo a esta. Camina por la calle y observa el patético intento de las personas por sentirse especiales, cubiertos de trapos hechos en serie y por millones, con aficiones generalizadas de las que se creen pioneros, acudiendo como ganado a los centros de ocio acotados para cada clase social.

El mundo no va bien, la sociedad que vives es una mierda y tu existencia es triste y estúpida. No dejaremos mas impronta que nuestro suicidio colectivo, envueltos en la indiferencia general de unas generaciones profundamente egocéntricas y cobardes. Así nos fabrican, cada vez mas eficientes, como eficiente es la maquina, solo las personas que le sobran al capital pueden cambiar el mundo, pero como si de una naturaleza artificial se tratase, redundando en el anterior concepto, la sociedad de consumo acaba con ellas y las hace perecer en el olvido.

Se nos come la mierda, pero nadie lo ve. Me voy, que ya me he puesto pocho, joder.

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