lunes, 19 de marzo de 2012

Francia.

Francia se jacta a menudo de su pasado revolucionario y humanista, de sus grandes progresos a la hora hacer ricos a seres diferentes a los tradicionales. Mierda. La Revolución pasó por Napoleón y después de destrozar Europa entera, colonizar África a cañonazos y proponer el oportunismo burgués como ejemplo de "libertad". Puede ser que en aquel entonces fuera util cortar cabezas, el problema es que las testas sustitutas no daban tampoco demasiado de si. Sed de poder oculta tras las revoluciones, como los Rougon; con el anhelo de ser superior, como Etiene y no el desinterés sacrificado de Souvarinne.

El problema radica en el propio poder, por eso se reproduce el mal, una vez y otra vez, siempre mas sofisticado y puro. Se perfecciona a si mismo, como un ente malvado hecho de avaricia; pero el poder tiene un punto débil, que pocos conocen, mas por dejadez que por que este oculto. No hay voluntad de cambiar mientras creas que puedes aspirar a la riqueza, y la historia demuestra que los teóricos de la revolución y los oportunistas están ahí, como los burgueses de Mayo del 68. Si, la revolución ha premiado a los revolucionarios, perpetuando la injusticia. El cambio ya no debe ser cuestión de teoría, debe ser una explosión de revancha a golpe de corazón empapado en gasolina.

Hace años los inmigrantes eran necesarios, para activar una economía destrozada por la guerra mas grande que ha visto el ser humano. Tres generaciones mas tarde la industria se ha deslocalizado y ya no hacen falta los morenos, que a pesar de llevar 60 años y en algunos casos mas, sobre suelo francés, siguen siendo llamados inmigrantes. Y los desterrados de las colonias, despojados de su identidad, de su pasado, ya no forman parte de pueblo alguno. En los barrios de rentas bajas, que yo, que soy poco dado a eufemismos llamo guetos, solo hay morenos, sin trabajo, sin esperanza, con policías armados vigilándoles con odio y desconfianza; mientras las oportunidades se reparten fuera de los muros de los barrios, la revolución se hace efectiva en las arcas de los ricos, vaciando las miradas de los desheredados.

El poder tiene un punto débil, debe ser ostentado sobre otros seres humanos, por eso se debe recurrir a la desobediencia, porque es una acción directa que desprecia la autoridad del dinero. ¿Sin ovejas de que sirve un pastor? Por eso, por honores a rendir al Prometeo, yo digo:
¡¡¡¡¡ARDE BABILONIA, SUCIA Y RASTRERA MADRIGUERA DE ASESINOS, ARDEEEEEE!!!!!!


(26 de Marzo de 2009, con la Galia envuelta en llamas).

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